miércoles, 25 de abril de 2012

El amor es la esencia de Dios (Mt:22:34-40)

Entonces uno de los fariseos, oyendo que había hecho callar a los saduceos, se juntaron a una. Y uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó por tentarle, diciendo: Maestro, ¿Cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas." (Mt:22:34-40) El amor es la base del cristianismo y es la esencia de Dios. Todas las enseñanzas cristianas están basadas en el amor. En este estudio vamos a analizar el pasaje que hemos citado del libro de Mateo, a fin de interiorizarnos en cuanto al amor. Primeramente definiremos lo que es el amor, para luego tratar de aprender lo que es amar. La Biblia dice que Dios es amor. Esto nos enseña que el amor no es solo un atributo de Dios; sino su misma esencia. Veamos: “Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama es nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.” (1Jn:4:7-8) En este pasaje podemos ver que los hijos de Dios somos instruidos a amar porque nuestro Padre ama. El amor es la misma sustancia de Dios. Si nosotros tuviésemos que definir al amor diríamos que el amor es una persona. El amor es Dios. Así pues, Dios, siendo amor, no puede dejar de amar. Y según el pasaje que acabamos de leer, amar es una condición necesaria en los hijos de Dios, pues “todo aquel que ama es nacido de Dios” y “el que no ama no ha conocido a Dios” Con estas afirmaciones empezamos a ver que para amar necesitamos “nacer de Dios”, lo cual equivale a decir que necesitamos “conocer a Dios” Ahora bien: ¿Qué significa conocer a Dios? Conocer es tener trato con alguien, significa relacionarnos con alguien. En nuestra vida de incrédulos no teníamos trato con Dios, es decir que no estábamos relacionados con Él. Por lo tanto, no lo conocíamos. Para que esa relación tuviese lugar en nuestra vida necesitábamos que alguien nos presentara a Dios, pues hasta ahí, estábamos “sin esperanza y sin Dios en el mundo” (Ef:2:12) Pero, ¿quién puede conocer tanto a Dios que pueda presentárnoslo, a fin de que nosotros también lo conozcamos? En la Biblia se lee que Jesús es “el camino…nadie viene al Padre sino por mi” (Jn:14:6) Según esta afirmación, Jesús es el único que puede presentarnos al Padre porque él es el camino que conduce a Dios. De manera que podemos decir, sin temor a equivocarnos, que Jesús vino al mundo para que los hombres conociésemos a Dios

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Tus comentarios nos ayudan a crecer, tus opiniones son importantes para nosotros anímate a interatuar con nosotros sera un honor aclarar cualquier punto