viernes, 13 de abril de 2012

¿ Acaso Fue Mentiroso o Lunático? o ¿Señor?

Jesús realmente proclamó ser Dios. ¿Pero qué significado tiene esto? Simplemente lo que dijo puede haber sido verdad o falso. Si era falso, entonces era un mentiroso, ya que estaba engañando deliberadamente a la gente. O, era un lunático – un hombre quien sinceramente creía ser Dios cuando en realidad no lo era. Si aceptamos que Jesús era mentiroso, entonces tendríamos también que llamarle malo. Enfrentémoslo. Le dijo a la gente que tenía que ser honesta, sin importar el precio; le prometió a la gente una vida eterna sin tristeza ni dolor y dijo que le podía perdonar sus pecados. Mientras tanto, ¿él vivía con una gran mentira? Seguramente no. La opción de que era un lunático tampoco funciona. Las palabras de Jesús junto con sus acciones simplemente no son consistentes con las de personas trastornadas mentalmente. Hasta sus críticos más fuertes no pueden encontrar errores en sus enseñanzas. En vez de esto, la gente lo respetaba casi siempre como un hombre con percepción penetrante. ¿Señor? Esta es la única opción que nos queda. Si Jesús no era ni mentiroso ni lunático, entonces sólo pudo ser el que proclamó ser – Dios en forma de hombre. Los principios de la lógica demandan esta conclusión. Y más, esto explica el por qué de los milagros y los hechos sin precedentes que sucedieron durante la presencia de Jesús. Considere al paralítico de 38 años de edad quien después de una conversación con Jesús, se sana (Juan 5:1-13). O a la persona quien había nacido ciega pero quien empezó a ver después que Jesús le había tocado sus ojos (Juan 9:1-15). O a Lázaro, quien se había muerto por tres días, pero que regresó de la muerte al mandato de Jesús (Juan 11:38-44). Es difícil imaginar lo que sería atestiguar estos acontecimientos asombrosos, pero éstos realmente sucedieron. Hasta los enemigos de Jesús atestiguaron esto. Ellos presenciaron al paralítico caminando (Juan 5:9-10) e interrogaron al ciego acerca de su nueva visión (Juan 9:8-34). Ya que algunos no entendían quién era Jesús, se preguntaron: “¿Cómo puede un hombre pecador hacer estas señales?” (Juan 9:16) Pero el que antes era ciego conocía la respuesta. “Si éste no viniera de Dios, nada podría hacer.” (Juan 9:16)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Tus comentarios nos ayudan a crecer, tus opiniones son importantes para nosotros anímate a interatuar con nosotros sera un honor aclarar cualquier punto