domingo, 6 de abril de 2014

Breves pero valiosos comentarios acerca de DIOS y el trabajo



Es lunes. . .en punto de las seis de la mañana, suena el despertador. El fin de semana que pasó como un suspiro fue de actividad intensa. Juan se levanta y se asea, listo para comenzar otra semana laboral. Un poco antes de las seis, ese mismo lunes, María ya había despertado. Los niños entran a las siete a la escuela y ella sabe muy bien, que no llegarán a tiempo a menos que se levante un cuarto para las seis. Mientras prepara el desayuno, está repasando su lista de pendientes y actividades que deberá cubrir ese día para que el hogar siga adelante. Es lunes . . .la semana de labores y trabajo comienza. El fin de semana próximo se vislumbra apenas a la distancia y con mucha añoranza. ¿Te parecen familiares estas escenas?
¿Quién inventó el trabajo? ¿Es acaso el invento de una sociedad capitalista obsesionada por la acumulación de riqueza? ¿Acaso es una maldición que vino a la humanidad por la Caída? La Biblia, como para todo lo demás, tiene respuestas sobre este asunto y necesitamos conocerlas. Algunos desprecian el trabajo al punto de decir: “Mira si el trabajo no es algo terrible que hasta tienen que pagarte para que lo hagas”. Otros, por su parte, idolatran el trabajo hasta el punto de sacrificarlo todo por él. Por eso, como cristianos, es importante entender cómo quiere Dios que pensemos y actuemos respecto al trabajo.
Podemos definir el trabajo como aquel esfuerzo mental o físico encaminado a cumplir el mandato de Dios de señorear la tierra ya sea que recibamos algún salario o no. A continuación exploraremos tres verdades bíblicas acerca del trabajo.

trabajando duro
I. El trabajo es una Bendición

Muchas personas creen que el trabajo llegó a la humanidad como una maldición por haber caído en pecado. Esta idea se deriva de una mala interpretación de Génesis 3:17-19. Las palabras “con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra” no significan que antes de la caída no había trabajo, sino más bien, que esta actividad instituida por Dios se tornaría complicada y dificultosa por estar la tierra bajo la maldición del pecado.
De ninguna manera podemos concluir que hoy trabajamos por causa del pecado. De hecho, la Biblia nos presenta que el trabajador por excelencia es Dios mismo (Ge 1). Dios no es ningún holgazán, perezoso y desobligado. Jesús dijo: “Mi padre hasta ahora trabaja” (Jn 5:17).
La Biblia también nos aclara que Dios puso a Adán, Su imagen, en el huerto del Edén para que trabajara (Ge 2:15). Adán no estaba en un centro vacacional en el Edén, estaba trabajando. Como vemos, el trabajo ya existía aun antes de la caída.
Por supuesto, la caída vino a complicar las cosas. Ahora nos esforzamos y el sudor corre por nuestros rostros, pero logramos muy poco. La tierra fue maldita por el pecado y esclavizada a la futilidad. Pero espera su liberación cuando los hijos de Dios sean manifestados (Ro 8:19-21).
Entonces, no veamos el trabajo como una maldición, sino más bien, como una bendición. Es el plan de Dios para las vidas de sus imágenes. Cuando trabajamos estamos reflejando a nuestro Padre que también trabaja.

II. El trabajo es una Obligación

En 2 Tesaloniceses 3:6-12 el apóstol exhorta a los holgazanes y plantea el deber de trabajar. El problema era que algunos de la congregación vivían desordenadamente. ¿Qué hacían? Teniendo la capacidad física y mental para hacerlo, no estaban trabajando (v.11). Pablo dice que la solución es que “trabajando sosegadamente, coman su propio pan”. Y de allí surge la famosa frase tan mencionada: “Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma”. El trabajo es un deber, es una obligación.
Por medio del trabajo logramos señorear la tierra y ganar nuestro sustento. En otra epístola, Pablo llega a decir que si alguien no provee para los suyos es peor que un incrédulo, incluso ha negado la fe por negarse a proveer el sustento (1Ti 5:8). También se nos dice en Efesios 4:8 que el que hurtaba ya no debe hacerlo sino debe trabajar para compartir con los necesitados. El trabajo es obligatorio si queremos agradar a Dios.
Entonces, el trabajo no es una opción para aquellos que tenemos las facultades físicas y mentales para realizarlo. No estemos buscando maneras para no trabajar. Si tiendes a la pereza y a la vida fácil, debes recordar que el trabajo es una obligación. Dios nos quiere activos, diligentes y productivos.

III. El trabajo es un acto de Adoración

Cuando pensamos en el trabajo, pensamos en cómo éste suple nuestras necesidades materiales ya sean personales o de otros, pero nunca pensamos que el trabajo sea algo espiritual. Es decir, algo que tenga que ver con la gloria de Dios, que sea un acto de adoración.
En Colosenses 3:22-24, el Señor nos dice a los que trabajamos que debemos hacerlo para agradarle y no para agradar a los hombres (v.22). Que debemos trabajar como para el Señor y no sólo para los hombres (v.23) y que cuando trabajamos estamos sirviendo a Cristo (v.24).
¿Te das cuenta que esta perspectiva puede revolucionar tu vida laboral? Esta perspectiva te dice que no trabajes por la quincena, sino para honrar a Dios. Que no trabajes para tener contento al jefe, sino para agradar a Dios. Que cuando haces un trabajo para la compañía donde laboras estás trabajando para Cristo. No importa cual sea tu ocupación (lícita, por supuesto), si cambias tuberías o reparas computadoras, si cambias pañales o vendes artículos, si enseñas a niños o recoges basura, si diriges al personal de una empresa o lavas y planchas, cuando trabajas puedes glorificar a Dios con lo que haces. Más allá del salario, de lo popular de tu trabajo, de lo monótono y cansado que pueda ser, recuerda: Eres siervo de Cristo. Estás adorando a Dios al trabajar.

Conclusión

Si tienes una mala actitud hacia el trabajo, recuerda que Dios te lo ha dado como una bendición. Si te ves tentado por la pereza, recuerda que Dios nos dice que el trabajo es una obligación. Si crees que a tu ocupación le falta dignidad, recuerda que con tu trabajo adoras a Dios. ¿Qué actitud tendrás el próximo lunes? Puedes despertar agradecido a Dios por la bendición de trabajar, con el gozo de cumplir tu deber delante de Dios y con la alegría de ir más allá del salario y el cansancio, sirviendo al único que merece toda tu adoración.

jueves, 27 de marzo de 2014

¿Qué dice la Biblia acerca de cómo administrar tus finanzas?

Pregunta:

"¿Qué dice la Biblia acerca de cómo administrar las finanzas?"


 Respuesta:La Biblia tiene mucho que decir acerca del manejo de las finanzas. En lo concerniente a préstamos, ver Proverbios 6:1;20:16;22:7,26-27(“El rico se enseñorea de los pobres, y el que toma prestado es siervo del que presta… No seas de aquellos que se comprometen, ni de los que salen por fiadores de deudas. Si no tuvieras para pagar, ¿Por qué han de quitar tu cama de debajo de ti?”). Respecto al soborno, ver Proverbios 17:8;18:16;21:14;28:21;17:23(“El impío toma soborno del seno, para pervertir las sendas de la justicia.”). Sobre las riquezas, ver Proverbios 10:15;11:4;18:11;23:5;28:20(“El hombre de verdad tendrá muchas bendiciones, mas el que se apresura a enriquecerse no será sin culpa.”)

Respecto a la holgazanería y las finanzas, ve rProverbios 6:6-11(“Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos y se sabio; la cual no teniendo capitán, ni gobernador, ni señor. Prepara en el verano su comida y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento. Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño? Un poco de sueño, un poco de dormitar, y cruzar por un poco las manos para reposo; así vendrá tu necesidad como caminante, y tu pobreza como hombre armado.”) En lo concerniente a la futilidad de las riquezas, verEclesiastés 5:8-16. (5:10 dice: “El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad.”) Otro texto es1 Timoteo 6:6-11. Respecto al dar, verLucas 6:38;2 Corintios 9:6-15(versos 6-7, “Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.”)

En lo referente a su administración, verLucas 16:1-13(el verso 11, “Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero?”) Ver tambiénSantiago 1:17. Así mismo somos responsables de proveer para los de nuestra propia casa.1 Timoteo 5:8dice, “...porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.”

En resumen, ¿qué es lo que la Biblia dice acerca del manejo del dinero? La respuesta puede ser sintetizada en una sola palabra – sabiduría. Debemos ser sabios con nuestro dinero. Debemos ahorrar dinero, pero no atesorarlo. Podemos gastar el dinero, pero con discreción y control. Debemos regresarlo al Señor, gozosa y sacrificialmente. Debemos usar nuestro dinero para ayudar a otros, pero con discernimiento y la guía del Espíritu de Dios. No es malo ser rico, pero sí es malo el amar el dinero. No es malo el ser pobre, pero sí lo es el gastar el dinero en cosas triviales. El mensaje consistente de la Biblia sobre el manejo del dinero, es el ser sabios.



LA PEREZA Y LA DISIPLINA





PERSPICACIA
   La hormiga (Hebreo, nemalah) aparece en el libro de Proverbios. Dios la usa como ejemplo de industria. Salomón dice, "...las hormigas, gran ejército sin fuerza que asegura su comida en el verano..." (Prov. 30:25). La hormiga se describe como diligente y trabajadora (Prov. 6:6-8) en diferencia al perezoso necio, quien solo quiere dormir (Prov. 6:9). Esto nos muestra que Dios desea trabajadores en Su reino.
   El cristianismo no es una religión para el vago. La vagancia nunca produce éxito, especialmente en el reino de Dios. Solo produce destrucción, desesperación y negatividad-ambo en el sentido espiritual como en el físico.
   El perezoso no tiene lugar en el reino de Dios. Dios nos llama a trabajar. Jesús no era vago. Tampoco Sus discípulos. Cuando Jesús llamó a los doce, los entrenó a ser diligentes; hombres de acción para el Reino. El perezoso no tiene deseos de trabajar-solo le gusta dormir y depender de los demás para apoyo de toda índole.
   Como cristianos, debemos de aprender de la hormiga; trabajar fuerte en la iglesia, motivados por la cruz de Cristo. Él nos llama a ser servidores fieles. Necesitamos ser fieles a la gran comisión (Mat. 28:19) y que Sus enseñanzas se reflejen en nuestra vida (Juan 8:31,32; 1 Tim. 4:16). Nos llama a amarlo a Él y entre nosotros mismos. ¿Cómo se va a agradar Dios de un indolente? Porque el indolente es "como el vinagre a los dientes o el humo a los ojos." (Prov. 10:26). Jesus condenó al "siervo malo y negligente" (Mat. 25:26), pero elogió y premió al "empleado bueno y fiel" (Mat. 25:23). Deja que Jesús trabaje en tu vida al servirle juntos a Él y a la Iglesia en un espíritu de poder, sabiduría, diligencia y amor.
Nuestra Transformación
La Pereza y la Disciplina

Texto:            1 Timoteo 4:7-8Pero no hagas caso de cuentos mundanos y tontos. Ejercítate en la piedad; pues aunque el ejercicio físico sirve para algo, la piedad es útil para todo, porque tiene promesas de vida para el presente y para el futuro.

Tema:
Muy pocos de nosotros nacemos disciplinados. La disciplina se aprende. Sin disciplina no podemos evangelizar el mundo a Cristo. La disciplina se tiene que intercalar en nuestra vida cristiana desde lo mas pronto posible. Jesús vino al mundo para salvarlo (Juan 3:17). El vino por un pueblo deseoso de hacer el bien (Tito 2:14); labradores en el reino de Dios. ¿Eres obrero para el Señor?

Aplicación:
Sugerencias Practicas:
1. Mantén un horario o programa para
    que uses tu tiempo debidamente.
2. Ponte metas para completar lo que
    quieres hacer para el Señor.
3. Pasa tiempo con una persona organi-
    zada y sigue su ejemplo.
4. Si no eres puntual, siempre trata de
    llegar temprano.
5. ¡Siempre piensa en el Reino primero!
6. Acepta la corrección de un hermano o
    hermana que te esté tratando de
    ayudar con tus tardanzas o vagancias.
7. Ora a menudo y háblale francamente
    al Señor y deja que Su palabra te
          hable a ti.
¡¡¡Que Dios te bendiga grandemente!!


viernes, 21 de marzo de 2014

ACERCA DE LA RECONCILIACIÓN ,QUE TANTO NOS URGE EN ESTOS DIAS









Qué dice la Biblia sobre 
la reconciliación?


Es importante considerar cuidadosamente lo que dice la Biblia sobre la reconciliación para
tener una base para el trabajo de desarrollo que realizamos. Esta sección considera algunos
principios bíblicos que nos ayudan a reflexionar sobre la razón por la cual los cristianos deberían
participar en incentivar la reconciliación. Estos principios también se pueden compartircon los
cristianos afectados por este conflicto para que sean consecuentes con sus actitudes durante y
después del conflicto.
La reconciliación con Dios
Nuestro modelo para la reconciliación es la reconciliación con Dios mediante Jesucristo.
El primer capítulo de Génesis nos habla de la creación de Dios. Dios creó los cielos y la
tierra. Dios vio que lo que estaba creando era ‘bueno’. Luego creó al hombre y a la mujer y
los declaró ‘muy buenos’. Adán y Eva vivieron en la tierra de Dios siendo bendecidos por El
(v. 28). La gente experimentó ‘shalom’ (la paz) con Dios, entre sí y con el medio ambiente.
Sin embargo, Génesis 3 nos habla de que la buena creación de Dios se echó a perder por el
pecado. La paz del jardín del Edén fue destruida. Se rompió la relación de la gente con Dios
lo cual dio como resultado una ruptura de las relaciones entre la gente y entre ésta y el medio
ambiente.
El resto de la Biblia es una historia del plan de Dios para restaurar su creación – para devolverle
la buena relación con El. Isaías 9 profetiza la venida de Jesús. El versículo 6 lo describe como
‘Príncipe de Paz’. El Nuevo Testamento adopta la idea hebrea de shalom como una plenitud
en la presencia de Dios. Shalom, o paz, proviene de la muerte de Jesús en la cruz. Colosenses
1:19-20 dice ‘Por cuanto agradó al Padre que en El habitase toda plenitud y por medio de El
reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los
cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz’. Jesús devuelve a la gente la buena
relación con Dios, con ellos mismos, y con la creación como un todo. Apocalipsis 21:3-4 nos
dice que en el cielo Dios morará con ellos y ‘ya no habrá muerte, ni habrá más llanto ni
clamor, ni dolor’.

miércoles, 12 de febrero de 2014

el cristiano y la política

Debido a la tensa situación política y social que atraviesa actualmente mi país Venezuela me parece apropiado que recordemos la actitud de Jesucristo y de los primeros cristianos frente a los asuntos políticos de su entorno.                                                                                        Los Evangelios
La enseñanza de Cristo, que está contenida principalmente en los Evangelios, se presenta como revolucionaria con respecto a la sociedad judía, que espera a su Mesías. En efecto, El anuncia que es El la consumación de los tiempos, la culminación de la espera, al mismo tiempo que se proclama –como que es realmente- el Hijo de Dios, denuncia el formalismo y la opresión de los fariseos de su tiempo. Tal afirmación significa una revolución teológica y espiritual en un medio tan riguroso como era la sociedad judía, al mismo tiempo que no se puede omitir las connotaciones socio – políticas de tal doctrina, y que El mismo se encargo prontamente de desecharlas,. Al contrario, anuncia que el Reino de Dios es lo que corona toda la actividad política en la medida que ésta constituye una tentativa razonada de organizar la ciudad humana.

Su enseñanza se resume en una formulación que, a través de mil interpretaciones, culminará el pensamiento cristiano: Mi reino no es de este mundo". Por lo tanto, es normal que la enseñanza de Cristo no contenga ninguna doctrina política, puesto que en cierto sentido, el Evangelio implica una superación del pensamiento político como finalidad ultima y suprema de la vida humana.

Lo que persiguió Cristo fue despertar en cada uno de sus oyentes, el sentido de la vida espiritual, como llamar la atención sobre un universo nuevo, que cada cual lleva en si y que es, precisamente, la imagen del Reino de Dios. La religión cristiana es supra terrena y escatológica; pero, veremos que con San Pablo se precisa que la verdadera dimensión del Cristianismo comienza con un compromiso político, entendiéndose como tal, un no desentenderse de las cosas de este mundo.

Es cierto que esta enseñanza tenia una fuerza disolvente respecto a las jerarquías y valores sociales aceptados del momento u que podía parecer la de un rebelde y anarquista. Al señalar la vanidad de tales valores la importancia, por el contrario, del esfuerzo interior, al sustituir las dignidades admitidas por criterios puramente espirituales, la justicia por la caridad, ella enseñaba que ni la fortuna, ni el poder, ni la sabiduría, ni la respetabilidad o status social, son valores últimos o seguros.

Sin traicionar el espíritu especifico del Cristianismo naciente, hay que destacar aquello que lo hace análogo a la primera predicación estoica. En ambos casos, se da igual importancia al valor moral y frente a la sociedad a sus prejuicios y formalidades se valoriza al individuo que aparece despojado de sus vestiduras sociales, en la simplicidad de su corazón.

Los fariseos comprendieron el alcance de ésta predica y quisieron arrancarle consignas comprometedoras. Sea suficiente con recordar la cuestión aquella sobre el pago del tributo al César de Roma, que puede leerse en el Evangelio de San Mateo, 22,16-22. La respuesta indica bien cual es el límite de la critica cristiana. Sin duda, la actividad social y política forma parte de la vida terrena. Todas sus reglas, categorías y valores son terrenales, de este mundo. Por lo tanto no pueden compararse con la vida del alma, que solo concierne a Dios.

Lejos de afirmar que no hay que someterse a las obligaciones y responsabilidades políticas porque carecen de valor, concluye que hay que someterse a ellas porque preparan para la vida eterna. Esto último hay que entenderlo bien. Las dos realidades, la del mundo espiritual y la del mundo terrenal, no pueden ser comparables. Es cuestión de calidad, no de cantidad. Ahora bien, de esto no se puede deducir que las cosas de este mundo no tengan valor en si. Santo Tomas, tiempo después dirá que son "complementarias". Por eso es que la esclavitud, las enfermedades, la pobreza, etc, todos los males de este mundo, son del cuerpo y deben asumirse como tales. La vida de este mundo impone una serie de pruebas, que el hombre debe aprovecharlas de la mejor forma posible, en provecho de su salud espiritual. San Pablo, hablando de este tema, va a decir que debemos completar en nuestro cuerpo lo que falta a la pasión de Cristo. Esta es la razón de porque en los Evangelios no hay un pensamiento político.

San Pablo
A la pura espera que aguardaba, en breve plazo, la realización de las profecías escatológicas, sucedieron hechos que comprometieron más el pensamiento cristiano.

Es fácil imaginar que las enseñanzas de Cristo fuesen admitidas por los primeros cristianos en una perspectiva disolvente, casi se diría anarquista sobre todo ante la proximidad de los acontecimientos definitivos. Para la clase social que componían esa primera comunidad de cristiano, la gran mayoría de los cuales no tenían nada que perder, la inminente Parusia era el pasaporte hacia una vida feliz para siempre. Los valores y deberes sociales y políticos se sentían precarios incompletos. Es ilustrativo de esto, leer los Hechos de los Apóstoles donde se narra la vida de las primeras comunidades cristianas, donde imperaba el desprendimiento de los bienes terrenales y la renuncia a los bienes de este mundo.

San Pablo trato de frenar semejante tentación. Sus cartas de las primeras comunidades están llenas de llamados a la calma social a la obediencia. Que se siga poniendo las cosas en común pero no porque el fin del mundo esta cerca, sino porque tal actitud a los esclavos les pide a sus amos (ver carta a los cristianos de Colosas,3,22-25)a los maridos, a las esposas, a los hijos etc. que cumplan con sus deberes de estado. De este modo la sociedad, no pierde ninguno de sus derechos, este testimonio cristiano consiste en cumplir con equidad y calidad cada uno de los deberes de la vida en sociedad.

La Sopa de piedras

Hubo una vez, hace muchos años, un país que acababa de pasar una guerra muy dura. Como ya es sabido las guerras traen consigo rencores, envidias, muchos problemas, muchos muertos y mucha hambre. La gente no puede sembrar, ni segar, no hay harina ni pan.

Cuando este país acabó la guerra y estaba destrozado, llegó a un pueblecito un soldado agotado, harapiento y muerto de hambre. Era muy alto y delgado.

Hambriento llegó a una casa, llamó a la puerta y cuando vio a la dueña le dijo:

-Señora, ¿No tenéis un pedazo de pan para un soldado que viene muerto de hambre de la guerra?

Y la mujer le mira de arriba a bajo y responde:

-Pero, ¿Estás loco? ¿No sabes que no hay pan, que no tenemos nada? ¡Cómo te atreves!

Y a golpes y a patadas lo sacó fuera de la casa.

Pobre soldado. Prueba fortuna en una y otra casa, haciendo la misma petición y recibiendo a cambio peor respuesta y peor trato.

El soldado casi desfallecido, no se dio por vencido. Cruzó el pueblo de cabo a rabo y llegó al final, donde estaba el lavadero público. Halló unas cuantas muchachas y les dijo:

-¡Muchachas! ¿No habéis probado nunca la sopa de piedras que hago?

Las muchachas se mofaron de él diciendo:

-¿Una sopa de piedras? No hay duda de que estás loco.

Pero había unos ninños que estaban espiando y se acercaron al soldado cuando éste se marchaba decepcionado.

-Soldado, ¿te podemos ayudar? Le dijeron.

-¡Claro que sí! Necesito una olla muy grande, un puñado de piedras, agua y leña para hacer el fuego.

Rápidamente los chiquillos fueron a buscar lo que el soldado había pedido. Encienden el fuego, ponen la ola, la llenan de agua, lavan muy bien las piedras y las echana hasta que el agua comenzó a hervir.

-” ¿Podemos probar la sopa?” preguntan impacientes los chiquillos.

-¡Calma, calma!.

El soldado la probó y dijo:

-Mm… ¡Qué buena, pero le falta una pizquita de sal!

-En mi casa tengo sal -dijo un niño. Y salió a por ella. La trajo y el soldado la echó en la olla.

Al poco tiempo volvió a probar la sopa y dijo:

-Mm… ¡qué rica! Pero le falta un poco de tomate.

Y un niño que se llamaba Luis fue a su casa a buscar unos tomates, y los trajo enseguida.

En un periquete los niños fueron trayendo cosillas: patatas, lechuga, arroz y hasta un trozo de pollo.

La olla se llenó, el soldado removió una y otra vez la sopa hasta que de nuevo la probó y dijo:

-Mm… es la mejor sopa de piedras que he hecho en toda mi vida. ¡Venga, venga, id a avisar a toda la gente del pueblo que venga a comer! ¡Hay para todos! ¡Que traigan platos y cucharas!

Repartió la sopa. Hubo para todos los del pueblo que avergonzados reconocieron que, si bien era verdad que no tenían pan, juntos podían tener comida para todos.

Y desde aquel día, gracias al soldado hambriento aprendieron a compartir lo que tenían.

Jesús dijo:
“Mas bienaventurado es dar que recibir” (Hechos 20:35)

Así como el hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por mucho” (Mateo 20:28).
“Amaos unos a otros con amor fraternal” Romanos 12:10

martes, 11 de febrero de 2014

Restaurando nuestra vida : a continuacion les Comparto éstos sencillos pero útiles consejos si lo que deseas es Restaurar tú relación con Dios.                                                                                              7 Consejos para recuperar tu relación con Dios.

 1) Toma la decisión
Sonara muy obvio pero sin dudas debes detenerte y pensar en lo que te esta pasando y tomar las decisión de cambiar cuanto antes tu situación.
Decide creer, decide dar el paso, decide hacer un sacrificio.
 2) Nunca esperes estar sano para ir al médico
Muchas veces nos apartamos de Dios por el pecado, creemos que estamos tan sucios que no podemos buscar ana sana relación con Dios, que no nos oirá o simplemente nos da vergüenza.
El creer que Dios no nos recibirá porque estamos sucios es una afirmación muy lejos de la realidad, es como decir que vas a esperar estar sano para ir al médico, si tienes un problema de salud para ir al Médico no debes esperar estar sano, pasa exactamente igual con Dios, no puedes esperar estar “limpio” de pecado para buscarle si justo El y solo El es el que te puede ayudar a vencer tu pecado.
[pullquote]Un Cristiano que no tiene una vida espiritual se seca poco a poco. Twittear esto. [/pullquote]
 3) Crea un hábito
La mejor manera de doblegar la carne para comenzar de nuevo tu relación con Dios es creando un hábito que te permita mantener en el tiempo tu relación con Dios.
Busca un sitio, escoge una hora, escoge una cantidad de tiempo y cúmplelo, ve a ese lugar y a esa hora cada día, quizás el primer y el segundo día sean geniales pero posiblemente el tercero no pase nada, no importa, sigue, sigue y sigue.
 4) Pide ayuda
Quizás no puedas solo, quizás necesites pedirle a alguien que te ayude, debes contarle a alguien con sabiduría del Señor tu problema, establecer métodos para que esa persona este pendiente de tu avance e incluso de tus caídas.
Es importante tener a alguien que este pendiente de ti, alguien a quien rendirle cuentas de tus avances y planes.
 5) Controla por un tiempo lo que ves, escuchas y lees.
Cuida lo que entra por tus oídos y ojos, cuida lo que lees en la redes, en los periódicos y los libros, cuida lo que ves en la tele e incluso en la calle.
“Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” Romanos 10:17
Mucha veces lo que esta a nuestro alrededor nos aflige, nos preocupa, nos carga y nos roba la Fe, cuando estas tratando de recuperar tu relación con Dios debes cuidar mucho cada ápice de fe que te queda, con ese poco que tienes Dios moverá montañas.
 6) Crea un plan
Acá te he dado tips que a mi me han funcionado pero no siempre funcionan para todos, o quizás solo uses unos o todos más otros personales pero sin duda debes crearte un plan y seguirlo al pie de la letra.
 7) Haz un sacrificio.
Cuando por su enfermedad se le solicito a Juan Pablo II que renunciara el respondió: “Jesús a pesar de su dolor y padecimiento no se bajo de la Cruz”
Jesús hizo un sacrifico por ti, no escatimes los esfuerzos que tengas que hacer, párate temprano, o acuéstate tarde, apaga el televisor o pon el canal cristiano, bloquea a aquel que en las redes te hace apartarte…
Oro hoy para que El Espíritu Santo de Dios te ayude y te permita entrar a la plenitud y gozo de una relación diaria y estable para Dios.
Dios te Bendiga.