jueves, 23 de agosto de 2012

Lo que hoy no se predica en la Iglesia


La evolución del cristianismo en nuestra época ha tomado un matiz muy peculiar. Las predicaciones se han ido adaptando a las influencias liberales y pragmáticas de la sociedad, y se ha acudido a la técnica del marketing, para disolver todo aquello que molesta al oído,  añadiendo todo aquello que atrae y seduce. Es por ello que la mayoría de los sermones y teología moderna está impregnada de mensajes ilustrativos, motivacionales, psicológicos y de excelencia. Esta tendencia ha modificado las expresiones gramaticales en las traducciones bíblicas modernas, para restarle fuerza al sentido original del texto, principalmente en lo concerniente al concepto de pecado, usando para ello la técnica del llamado “lenguaje inclusivo”.
Existe una fuerte corriente que tiende a la desmitificación bíblica, la cual trata de explicar con una lógica dialéctica los milagros históricos de la Biblia. Con ello tratan de diluir los principios básicos de las doctrinas, porque hay cosas que hieren el oído y molestan la conciencia, principalmente cuando la persona es confrontada con el pecado. Esta corriente presenta la otra cara de la moneda, esto es el aspecto jurídico de las consecuencias del pecado, que es la condenación.
En resumen, hemos fabricado una teología de ofertas barata, y hemos escondido las  demandas, porque nuestra técnica es engordar la iglesia, y atraer al pecador para que entre por la puerta ancha, por donde cabe todo, incluso su vana manera de vivir heredada de sus padres (1 Pedro 1:18-19). Al enseñar la Palabra de Dios actualmente los predicadores optan por el llamado “evangelio fácil” o de la “gracia barata”, en donde Jesucristo te protege, te da riquezas, te abre puertas, te hace excelente, te lleva al cielo aunque andes torcido.  En fin, levanta la mano, confiesa positivamente y “ábrete sésamo” el milagro se hace. Basta una buena ofrenda, un “pacto” económico y la bula o indulgencias de bendiciones, perdón y prosperidad te será dada.
El nuevo vocabulario evangélico es de prosperidad, unción, poder, milagro, sobrenatural, conquista, grandeza, excelencia, salud, pacto, decreto etc. Ya no existe las predicas del pecado, el arrepentimiento, la restitución de daño, el infierno, la santidad, el arrebatamiento, el juicio, el sufrimiento, la negación, la cruz, la humildad, la sencillez, el desprendimiento etc. Incluso, muchos predicadores modernos niegan el infierno como algo real, porque afirman que el concepto de un infierno que arde, y la condenación, no cabe dentro de un Dios amoroso, y que tal concepto es tan solo una expresión metafórica. Así que prediquemos, pero no asustemos a las personas, sino atraigámosle mediante un culto-espectáculo. Basta con estar bien contigo mismo, y olvídate del pecado.
Alguien pregunto: ¿Que sucede cuando la iglesia de hoy día se rinde a la comodidad de un evangelio moderno de tolerancia, carnalidad y compromiso con el mundo, y deja de predicar todo el consejo de Dios que encontramos en las escrituras? El problema de la iglesia contemporánea no se encuentra en aquello que predica, ya que el hecho de que Dios es amor, aunque es una gran verdad bíblica que debemos repetir una y otra vez, y poner en primer lugar, no debe opacar o ignorar que también es juez justo. Nunca el amor puede eclipsar la justicia. El omitir el aspecto justo de Dios nos lleva a predicar un mensaje a medias, diluido, y esto nos hace abandonar la sana doctrina,  permitiendo el libertinaje y levadura en la casa de Señor. Nuestro Dios no solo es un Dios de amor, sino también de santidad y justicia, y el sigue siendo el mismo ayer, hoy y por los siglos.
La Biblia nos habla claramente del juicio al pecador y del del infierno como un lugar de tormento. Esta relatado en la historia del rico y Lázaro (Lucas 16:23). Jesús menciono el lugar de tormento como un lugar con fuego (Marco 9:45), donde el gusano no muere (Marco 9.46, 48) y relata las consecuencias de no estar en Él cuando afirmó en Juan 15:6: “El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden”. El Señor hablo más del infierno que los profetas y apóstoles.
Pablo menciona el castigo a los desobedientes cuando afirma en 2 de Tesalonicenses 1:7-8: “y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo;”. Hebreos expone el fin de los pecadores, y para ello menciono dos cosas que hoy se omiten, el juicio y el fuego del castigo (Hebreos 10:27). Además en la revelación de Juan, en el juicio final se habrá claramente del fuego eterno, que es la muerte segunda (Apocalipsis 20:15-15,  21:8).
No cabe duda que la doctrina del arrepentimiento es imprescindible para nacer de nuevo (Mateo 4:17; Lucas 13:3; Hechos 2:38, 3:19, 20:21; 2 Corintios 7:10), lo cual produce un cambio de vida definido como el nuevo hombre (2 Corintios 5:17). Esta acción de arrepentimiento nos despoja del viejo hombre y sus hechos pecaminosos (Colosenses 3:9) el cual tiene que ser crucificado en la cruz (Romanos 6:6), lo que significa que a partir de esta acción nos revertimos de mundano o impío a ser un hijos de Dios, lo que nos lleva como meta a vivir en santidad, no persistiendo en repetir el pecado como norma de conducta (Romanos 6).
Si nos apartamos del pecado, entonces rompemos con las costumbres y modelos corruptos del sistema dominante. No podemos hacer amistad con el mundo, porque tal acción nos hace enemigo de Dios (Santiago 4:4), y no podemos servir a dos señores (Lucas 16:13). Este concepto esta encerrado en lo que denominamos “santidad”, o sea, apartarnos de todo aquello que la ley de Dios catalogo pecado, y lo cual esta expresado en los mandamientos, y definido mas claramente como los deseos de la carne. La santidad es la base para poder llegar al cielo (Hebreos 12:14) y  fruto de arrepentimiento, manifestado en las obras, que son las acciones relacionada con nuestra forma de ser, vestir, hablar, pensar y enseñar. (Lucas 3:8, Mateo 7:16).
La Cruz en la vida del cristiano genuino no puede estar ausente, hoy se promueve una “cruz de plástico” la cual solo conlleva la responsabilidad de poner en practica algunos principios bíblicos. Nada de morir al yo (Gálatas 2:20) Ni al mundo (1 Juan 2:15-17) Negarse a uno mismo, a sus deseos egoístas, autocomplacencia, etc. (Lucas 9:23) Se promueve una cruz que te lleva a la puerta ancha y por el camino espacioso. (Mateo 7:13-14) Las palabras del Señor son claras: “Si alguno quiere venir en pos de mi”,significan que nadie queda excusado.
La Biblia presenta a los cristianos como un pueblo diferente al resto, proclamando que es una nación santa “la iglesia” (1 Pedro 2:9)  cuyo modelo a imitar es Jesucristo (1 Tesalonicenses 2:14;), por lo cual se debe formar en los cristianos un varón perfecto (Efesios 4:13), aprendiendo a andar como Jesús anduvo (1 Juan 2:6). Pero la iglesias en vez de conquistar el mundo, más bien el mundo ha conquistado la iglesia. ¿En qué se diferencia un cristiano de un mundano? Todos los esquemas de culto, conciertos, ritmos, modas, estructura de los templos, luces, efectos especiales y mensaje siguen la retórica del sistema dominante, de manera tal que no hay diferencia entre un  evento mundano de uno cristiano. La única diferencia es que a la moda del mundo se le añaden un texto bíblico o un mensaje bíblico para adornar el evento, espectáculo, música o conducta.
El arrebatamiento, tan inminente, más que nunca esta a las puertas el Señor Jesucristo (1 Ts 4:13-18; 1 Corintios 15:51-54; Apocalipsis 22:20). Y hoy se levantan una manada de falsos evangelistas, predicadores diciendo que nada de esto va a pasar, no preparan al pueblo, lo hacen pensar en cosas terrenales, pasajeras y enseñan que la Iglesia tiene que reinar para que recién Cristo pueda venir. (Dominionismo) (Filipenses 3:17-21) Se evade completamente la profecía bíblica. El Apocalipsis brilla por su ausencia y/o se le da una interpretación subjetiva cambiando el significado de muchos acontecimientos inminentes, y por consiguiente los predicadores se sostienen en “nuevas revelaciones” aun con la advertencia de Apocalipsis 22:18-19. Estas son cosas importantes que debe saber el pueblo de Dios. Lamentablemente los que predican este tipo de mensaje si no se arrepienten no solo corren el peligro de quedarse en la Gran tribulación, sino que puede haber consecuencias eternas junto con aquellos que los siguieron. (2 Pedro 2:1-3)
Prediquemos el mensaje correcto. Confrontemos a la gente con su pecado, y llevémoslo al arrepentimiento para que puedan vivir en novedad de vida (Romanos 6:4). Infundamos temor, que como freno nos detienen para no pecar.
Texto original: Mario Fumero
Edición parcial: Rigoberto Lopez

Efectos de la música en las personas


La música como uno de los dones que Dios entregó al hombre, enriquece muestra existencia.Estimula el estado de ánimo, genera la alegría, paz y equilibrio interior; también fortalece el sentido de comunión. En contrapartida puede ser utilizada para aturdimiento y manipulación. Por estas razones, el Grupo de Proyecto asignado por el Apóstol Mayor para ocuparse de "Temas contemporáneos" se dedicó a estudiar los efectos de música en las personas.


  Efectos de la música en las personas
  En todos los tiempos, los seres humanos provenientes de las diferentes culturas y formas sociales más diferentes se han servido de la música, por ejemplo: -para expresar alegría y congoja; 
para expresar y transmitir sentimientos y sensaciones, para transmitir mensajes,
- Como entretenimiento  (baile y vida social)
- para incentivar la comunión
- para la práctica religiosa y las tradiciones,                                                                                                        
- para la representación pública y la demostración de poder,
- para influencia política o comercial,
- para fines terapéuticos.
El uso y el efecto de la música son, por ende, según la razón y el destino, bien diferentes. Seguramente quisiéramos aceptar gustosos aquel consejo de Johann Gottfried Seume (1763-1818) en el sentido de su letra de canción, que decía algo así como: "Donde hay canto, detente en calma-... los malvados no tienen canciones", además de sus consideraciones tan optimistas. sin embargo, seguir a ciegas esta sabiduría popular, implicaría cerrar los ojos a ciertos aspectos negativos. Casi ningún dictados de la historia prescindió de la música para llevar sus ideas al pueblo. A través de la música es posible difundir efectivamente entre las masas, aquellas ideologías que desprecian al ser humano. La música también se utiliza en publicidad para lograr resultados. En este mismo contexto, los gerentes de las grandes tiendas conocen bien el efecto envolvente, que incentiva a comprar, por lo que se valen de ellos.

 La música genera calidad de vida
  ¡Pero qué pobre sería el mundo sin música y sin canto! Cantar y tocar música son expresiones vitales elementales del hombre. Con estas actividades, el hombre lleva a la practica los dones que recibió del Creador. La actividad musical puede incentivar la comunión, puede ayudar a aliviar las tensiones y a expresar sentimientos, y a través de todos ellos, producen un alto grado de equilibrio y satisfacción. La música genera calidad de vida
    Pero la música y el canto pueden mucho más todavía: también son capaces de generar calidad en la fe. En su época, Martín Lutero ya sabia que "si no lo cantan, no lo creen". Una canción puede ofrecer consuelo, esperanza y optimismo a los tristes y amargados; un salmo puede dotar de seguridad a un inseguro. A través del vínculo entre los sentidos, es decir entre lo emocional y lo racional, un cántico servirá al creyente para expresar alabanza a Dios. O como opinaba Lutero en otro pasaje de su obra: "La voz es el alma de la palabra".
   
        Cantar y tocar música 
  • afina la capacidad de percepción, de sí mismo, del entorno y de cómo la conducta repercute en el medio ambiente,
  • genera alegría y fortalece el espíritu,
  • hace posible que el hombre experimente la unidad de espíritu, alma y cuerpo,
  • fortalece la sensibilidad,
  • genera el sentimiento de comunión.
   El flujo musical continuo                                                                                                                                    
 - fomenta el consumo de música carente de crítica, 
 -desvaloriza la música convirtiéndola en narcotizante y estimulante,
 -activa en contra de una auténtica comunión.
 -La música ligera escuchada muchas veces a fuerte volumen, se compone de unos pocos modelos rítmicos, armónicos y textuales, que
-se reiteran una y otra vez. Por esta razón restringe los planos de sensaciones, de sentimientos y pensamientos de quienes lo oyen y no  - -incentiva la capacidad de escuchar al prójimo con atención.
  Como influye en la gente

-Nuestro cerebro procesa el lenguaje y la música en diferentes zonas de sus hemisferios. Por eso, la música incentiva todas las   percepciones en forma íntegra.
-En el cerebro, la música genera estímulos que influyen en los sentidos.
- La música genera cambios en el balance hormonal. debido a ello, influye en los sentidos, incentiva la fantasía y los sueños diurnos, además de despertar recuerdos.
Así por ejemplo, si una pareja escucha una canción que le sirvió para acercarse, recordará el momento en que conoció toda vez que escuche la misma melodía.
-La música puede influir en las acciones. Los niños pequeños suelen bailar y saltar espontáneamente cuando oyen música.
-Los hombres también se dejan transportar a estados de éxtasis o trance y pierden, entonces, el control sobre sí mismos. esto se logra mediante ritmos incentivadores que se repiten  permanentemente, por alto volumen y por tonos muy graves o muy agudos. 
En conciertos de música pop, eventos políticos y rituales se aplican técnicas como estas. Se ha probado que determinada música que se oye mientras se maneja, en muchas personas altera su modo de conducir.

domingo, 12 de agosto de 2012

¿Como puedo ser perdonado y saber que soy personado?


Perdona y olvida” así dice el dicho. ¿Pero es así de simple? Un joven a quien lo dejo su novia dice, “Ella verdaderamente hirió mis sentimientos. ¿Como puedo perdonarla por lo que me hizo?” Una joven a quien su padre la abuso sexualmente por varios anos pregunta, “¿Porqué debo perdonarle lo que me hizo?” El traficante de drogas que quiere cambiar su vida se pregunta, “¿Me perdonará Dios realmente todo lo que he hecho?” ¿Como perdonamos a los que nos han herido? ¿Como aceptamos el perdón de Dios?
La verdadera necesidad de ser perdonado
Dios odia el pecado y no puede tolerar ver como es de horrible. Por lo tanto, pecados que no hemos confesado nos separan de Dios y dañan nuestra relación con El.

      “Seguramente la mano del Señor no es muy corta para salvar, ni su odio es sordo para oír, pero tus iniquidades te han separado de tu Dios; tus pecados han hecho que El oculte su rostro de ti para no oír.” (Isaías 59:1-2)

El no perdonar a otros nos separa de Dios, pero también rompe nuestras relaciones con otras personas.

      “El que cubre una ofensa promueve el amor, pero el que la divulga, aparta al amigo.” (Proverbios 17:9)

Los Requisitos del Perdón
Porque Dios odia el pecado, el precio del perdón es alto. Las escrituras dan los siguientes requisitos para el perdón:

  • Sacrificio. Hebreos 9:22 dice que “sin el derrame de sangre, no hay perdón.” En el Antiguo Testamento, el sacrificio de un cordero sin mancha era requerido para satisfacer la ira de Dios. Jesús, el hijo sin pecado de Dios, murió en la cruz y se convirtió en el sacrificio final del pecado. Jesús compró nuestro perdón cuando murió en la cruz.

        “Porque Cristo murió una sola vez por los pecados, el justo por los injustos para llevarnos a Dios.” (1 Pedro 3:18a)
    “En El tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia.” (Efesios 1:7)
  • Perdonando a otros. Otro requisito para el perdón de nuestros pecados es que perdonemos a otros. 1 Corintios 13:5 dice que el amor verdadero no guarda rencor.” Recuerda que Proverbios 17:9 dice que un amigo verdadero nos perdonara. Dios también requiere que perdonemos a otros para recibir Su perdón.

        “Porque si perdonas a los hombres sus ofensas, tu padre celestial también te perdonara. Pero si no perdonas a los hombres sus ofensas, tampoco tu padre te perdonara tus pecados.” (Mateo 6:14,15)
    “Sean amables y misericordiosos, perdonándose unos a otros, así como Dios también les perdonó a ustedes en Cristo.” (Efesios 4:32)
  • Confesión del Pecado. Debemos de admitir nuestros pecados a Dios si queremos que nuestra relación con el sea restaurada completamente. Volviendo a examinar nuestra necesidad por el perdón, vemos que los pecados que no hemos confesado nos separan de Dios. Confesión es la manera de restaurar nuestra relación con nuestro Señor, recuerda que es para nuestro propio beneficio que confesamos nuestros pecados para volver al Señor porque El es fiel aun cuando nosotros no somos fieles. (2 Timoteo 2:13).

        “Si confesamos nuestros pecados, El es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.” (1 Juan 1:9)

  • Arrepentimiento. Nosotros debemos decidir que queremos cambiar, para rechazar nuestros pecados.

        “Por tanto así dijo el Señor, Si te arrepientes, yo te cambiare para que puedas servirme.’” (Jeremías 15:19a)

Los Resultados del Perdón.
La Biblia promete los siguientes beneficios del perdón de Dios:

  • Felicidad. Cuando conocemos el perdón de Dios, somos bendecidos (felices).

        “Bienaventurado aquel cuyo traspaso ha sido perdonado, y su pecado cubierto. Bienaventurado es el hombre a quien el Señor no culpa de iniquidad, y en cuyo espirito no hay engaño.” (Salmo 32:1,2)

  • Dios escoge no mantener nuestros pecados en contra de nosotros.Otro resultado del perdón de Dios es que el no guarda notas de nuestros pecados, no los mantiene en contra de nosotros. Porque la sangre de Cristo cubrió nuestros pecados, Dios escoge olvidarse de ellos.

        “Yo, yo soy el que borro tus rebeliones, por amor de mi mismo, y no me acordare de tus pecados.” (Isaías 43:25)

  • Dios elimina nuestros pecados. ”Es posible que nuestro Señor nos mire sin ver nuestro pecado porque cuando nos perdono, E alejó nuestras rebeliones así como esta de lejos el este del oeste.” (Salmo 103:12)

  • Nos podemos perdonar. Cuando hemos sido perdonados, nos podemos perdonar y seguir con nuestras vidas.

        “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que esta delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.” (Filipenses 3:13,14)

el Carácter del cristiano


imagínese que un vendedor de artefactos electrodomésticos llagase a su puerta ofreciéndole “los mejores equipos del mundo” y con la mejor garantía, hasta por 10 años; pero luego le dice que disculpe que no puede hacerle la demostración porque el equipo que él carga se dañó y el servicio técnico tarda mucho en llegar, que por favor le regale el almuerzo porque con lo que ha vendido ese día no le alcanza para comer…???. ¿Debemos los cristianos predicar a Cristo y reflejar otra vivencia?, es seguro que todos responderán que no; pero en la práctica eso es lo que muchos hacen, pretendemos predicar un evangelio pero sin tener paz en nuestros hogares, faltando con frecuencia a la iglesia, criando nuestros hijos frente aun televisor viendo toda clase de basura, no cultivando en ellos el amor al estudio, y a Dios y al prójimo primordialmente; otros. ¿No es lógico pensar que ya el mundo sabe hacer eso bastante bien?, – decir una cosa y vivir otra. No se puede ser perfecto en este mundo por causa de nuestra carne corruptible entre otros, pero se debe ser mejor cada día de nuestra vida terrena; Nuestro Señor dijo: “Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.” Lucas 9: 62. Tampoco es recomendable practicar el evangelio por nuestros propios medios (como ser un fariseo), sino dejar que Dios nos cambie, dejar que el alfarero moldee el barro, Nuestro Señor también dijo: “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga ” Mateo 11: 29 y 30; es todo lo contrario de lo que algunos creen; nosotros no llenamos la iglesia, la iglesia la llena Dios, hay varias manera de llenar una iglesia pero si Dios no la llena estamos edificando sobre la arena.
            Ahora si entremos a estudiar los aspectos más resaltante del carácter que debe tener un cristiano.
1. Un cristiano debe ser ordenado en todos los aspectos de su vida. La Biblia dice: “Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar lenguas; pero hágase todo decentemente y con orden ” 1 Corintios 14: 39 y 40. El desorden en nuestro hogar, iglesia, y trabajo refleja nuestra manera de pensar, la falta de organización de las ideas; de nada sirve hablar en lenguas si se hace el papel del loco.
2. Un cristiano no debe ser afanoso. La Biblia dice: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias ” Filipenses 4: 6. El afán refleja o deja entrever inseguridad; falta de dominio propio.
3. Un cristiano debe ser pacífico. La Biblia dice: “Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres.” Filipenses 4: 5 y dice: “Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres ” Romanos 12: 18. Eso no quiere decir que todos nos van a tratar bien o que todos van a estar en paz con nosotros, la palabra afirma lo contrario “Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo “Juan 17: 14. Respecto al servicio militar, la Biblia dice refiriéndose a un soldado romano convertido “También le preguntaron unos soldados, diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y les dijo: No hagáis extorsión a nadie, ni calumniéis; y contentaos con vuestro salario” Lucas 3: 14.
4. Un cristiano debe tener palabra, ser firme en su hablar. La Biblia dice: “Pero sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni por ningún otro juramento; sino que vuestro sí sea sí, y vuestro no sea no, para que no caigáis en condenación” Santiago 5: 12. Los juramentos reflejan una manera vacilante de proceder y actuar, como si se dudara de lo que se afirma; y están basados en cosas que no podemos garantizar; El Señor dijo:” No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello. Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede” Mateo 5: 34- 37. Existen ciertos juramentos de rigor en el procedimiento administrativo y jurídico público, que Cristo no rehusó en su interrogatorio ante Caifás (Mateo 26: 63), no hay problemas en este caso, pero no se debe acostumbrar; lo mejor es hacer lo que Él hizo, dejarlos seguir con su procedimiento. El hecho de jurar no va a hacer que un embustero no jure en vano, se trata de una regla hueca; la garantía que ofrece el cristiano es su conducta. Algunos de los “juramentos” jurídicos, no son en realidad juramentos, ya que no se pone por garantía ninguna persona o cosa, son solo declaraciones previas comprometiéndose a decir la verdad, algunos dicen “doy fe”.
5. Un cristiano es respetuoso de las autoridades. La Biblia dice: “Recuérdales que se sujeten a los gobernantes y autoridades, que obedezcan, que estén dispuestos a toda buena obra. Que a nadie difamen, que no sean pendencieros, sino amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres” Tito 3: 11. Nótese que en el contexto histórico quienes gobernaban esa parte del mundo eran los romanos, los cuales representaban una cultura pagana, ¿qué tanto?, – hasta tenían un dios del vino llamado Baco, y así por el estilo. El respeto a las autoridades en la Biblia es una concesión que uno da al gobernante aunque éste se porte mal; Adán perdió su legado en manos de Satanás cuando pecó, y esa situación se mantiene hasta hoy; en el pasaje de la tentación Cristo no le refutó a Satanás la pertenencia de los reinos de la tierra (Mateo 4: 1- 11); Cristo interrogado ante Pilatos respondió “Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí ” Juan 18: 36.
6. Un cristiano es cortés, o gentil, o amable. La Biblia dice: “Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido” ” Timoteo 2: 24.
7. Un cristiano es recatado en su hablar. Biblia dice: “No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres ” 1 Corintios 15: 33. En nuestro medio es muy común utilizar este tipo de conversaciones para descrédito político del adversario.
8. Un cristiano posee dominio propioLa Biblia dice: “poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio” 2 Pedro 1: 5. la falta de control de nuestras emociones es ocasión de caer; El Señor dijo: “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo.” Efesios 4: 26. Nótese que la Biblia menciona la “ira de Dios” ( Romanos 1: 18) pero no dice que Él ha pecado alguna vez.
9. Un cristiano es paciente. La Biblia dice: “y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá. Con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas” Lucas 21: 17. Este pasaje refuerza el testimonio del cristiano como forma de evangelizar.
10. Un cristiano es gozoso, alegre. La Biblia dice: “Estad siempre gozosos” 1 Tesalonicenses 5: 16. Es importante recordar que este gozo no se refiere a lo que el mundo llama gozo, sino a un ánimo constante que se siente en el corazón y que nos impulsa a vivir el evangelio, una cita que refuerza esto es “El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva” Juan 7: 38. Es igual si hacemos un devocional personal o si cantamos en la iglesia, el ánimo no falta.
11. Un cristiano es honesto. La Biblia dice: “Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas” 1Timoteo 3: 8. No tiene sentido que alguien que posee la promesa de la vida eterna, y que dentro de mil años va a estar haciendo alguna otra cosa, se moleste en ganar dinero que no le pertenece; el afán por el dinero en el cristiano desdice de su Fe. Si es la voluntad de Dios tendremos riquezas y si no, Él provee todo de igual manera.
12. Un cristiano no es un “tonto”. La Biblia dice: “He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas. Y guardaos de los hombres, porque os entregarán a los concilios, y en sus sinagogas os azotarán” Mateo 10: 16 y 17. La concepción general de un “tonto” es que se trata de aquella persona que puede ser engañada o burlada con facilidad; Dios tampoco es un “tonto”, la Biblia dice: “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará” Gálatas 6: 7. Aunque tampoco se trata de “dárselas de vivo”.
13. Un cristiano es humilde. La Biblia dice: ” …y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas ” Mateo 11: 29b. Mucha gente no capta el mensaje que siendo Dios el ser más sabio se encarnó y se hizo carpintero. ¿será que ha nacido un ingeniero a sepa más que Dios sobre la madera?, – las preguntas retóricas es mejor no contestarlas a veces. Esta humildad no debe ser interpretada como pobreza, sino como un espíritu que vive para servir a los demás, que Dios lo puede utilizar de acuerdo a su voluntad. Los cristianos debemos tener una concepción clara de nosotros, Pablo diría “…a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno” Romanos 12: 3.
14. Un cristiano es una carta abierta para ser leída de todos. La Biblia dice: “Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres; siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón” 2 Corintios 3: 2 y 3. La Vida del cristiano es para testimonio a los no creyentes.
            Podemos seguir por un buen rato pero todo se resume en esta cita. “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros” Gálatas 5: 22-25. A algunos les puede parecer raro que no se mencionen milagros, y la razón es básica es que el Diablo también hace milagros pero no se porta bien, Cristo dijo: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad ” Mateo 7: 21. Si, definitivamente si, Dios hace milagros, miren a su alrededor, pero la prueba de la presencia del Espíritu Santo en el cristiano es su conducta.

La fe, fundamento de la vida cristiana


Desde el comienzo de su ministerio, Jesús pedirá a sus oyentes creer en la Buena Nueva (Mc 1,v.15) y presenta siempre la fe como condición indispensable para entrar en el reino de los cielos. Ya se trate de la curación corporal (Mt 9,v.22; Mc 10,v.52; Io 11,v.25-27, etc.), ya se trate de los milagros que Cristo realiza (cfr. Mt 13,v.28), la fe es la que todo lo obtiene. Por eso, los Apóstoles ponen esta condición: “cree en el Señor y serás salvo” (Act 16,v.31).
La fe divide a los hombres en función de su destino eterno: “el que crea y se bautice se salvará, el que no crea se condenará” (Mc 16,v.15 ss.; Io 13,v.18); se trata pues, de una condición indispensable y radicalmente necesaria para el estado de gracia: “Sin fe es imposible agradar a Dios” (Heb 11,v.6); “la fe es fundamento de la salvación” (Heb 11,v.1).
En la enseñanza de San Pablo se ve cómo la justificación nace de la fe, se realiza por medio de la fe, reposa en la fe (Rom 1,v.17; 3,v.22 ss.; 5,v.1; Gal 2,v.10; 3,v.11; Philp 3,v.9). La fe es necesaria para la salvación y así lo ha expresado el Magisterio de la Iglesia. El Concilio de Trento afirma que la fe es “inicio de la salvación humana, fundamento y raíz de toda justificación, sin la cual es imposible agradar a Dios y llegar al consorcio de hijos de Dios” (Dz-Sch 1532); y el Concilio Vaticano I, recogiendo esas mismas palabras, añade: “de ahí que nadie obtuvo jamás la justificación sin ella y nadie alcanzará la salvación eterna si no perseverase en ella hasta el fin” (Dz-Sch 3012).
La teología, distinguiendo un hábito de fe (fe habitual) concedido por la gracia santificante (también a los niños, por medio del Bautismo), y un acto de fe (fe actual), necesario para aquellos que son capaces de obrar moralmente (porque tienen uso de razón), expresa esa radicalidad de la fe en la vida cristiana con esta tesis: la fe es necesaria con necesidad de medio para la justificación y para la salvación eterna, de tal modo que sin ella nadie puede salvarse; en el caso de todos los hombres en general (incluidos niños), se trata de la fe habitual, y en el caso de los que tienen uso de razón, de la fe actual. De modo que los niños, para salvarse, necesitan de la fe habitual conferida por la gracia santificante (de ahí la obligación de administrar el Bautismo cuanto antes sea posible), y los adultos necesitan el acto de fe para entrar en el reino de los cielos.
Una dificultad se plantea, sin embargo, con los que ignoran invenciblemente, sin culpa, el Evangelio, porque a ellos no ha llegado la predicación o por otras razones. Estos, ¿necesitan también la fe para salvarse? Ciertamente; lo que ocurre es que no hay que identificar la necesidad de la fe con la necesidad de aceptar explícitamente todo el Evangelio. Este tema ha sido afrontado repetidas veces por el Magisterio, y resuelto: cfr. Dz 1645-1647; Dz-Sch 2865-2867; 2915-2917. El Concilio Vaticano II ha recogido claramente la doctrina sobre este punto (Lumen gentium, nn. 14-16; Ad gentes, n. 7).
Supuesta la necesidad de la fe, la Moral se ha preguntado cuáles son las verdades que se deben creer, como absolutamente indispensables, para la salvación. Explícitamente, hay que creer, al menos que Dios existe y es remunerador (cfr. Heb 11,v.6) y a esas verdades se añaden, para los que quieren ser admitidos en el cristianismo, la fe en la Trinidad y en la Encarnación de Cristo (cfr. Simbolo Quicumque: Dz-Sch 75-76; 2164; 2380-81). Aunque esta segunda parte ha sido ocasión de disputas teológicas, es obvio que tratándose de temas tan importantes en los que está en juego la propia salvación, hay que estar por la opción más segura.
Pero aparte de las verdades necesarias mínimas, el cristiano tiene el grave deber de conocer todas las verdades reveladas por Cristo y propuestas por la Iglesia; ésta, desde el principio, procuró expresar en conceptos el contenido de la fe y así surgieron los Símbolos. Se considera deber grave el conocimiento del Credo, del Decálogo, Sacramentos y oración dominical. Pero, implícitamente, se debe creer toda la Revelación, es decir, lo que Dios ha manifestado a los hombres y ha sido propuesto por la Iglesia para creer: “Deben creerse con fe divina y católica todas aquellas cosas que se contienen en la palabra de Dios escrita o tradicional y son propuestas por la Iglesia para ser creídas como divinamente reveladas, ora por solemne juicio, ora por su ordinario y universal Magisterio” (Dz-Sch 3011).
La fe, además de la actitud personal de entrega a Dios, tiene un contenido objetivo, que reúne un conjunto de verdades, que el hombre debe aceptar: es un cuerpo de doctrina (verdades sobrenaturales e incluso naturales), que se deben conocer y vivir. Es lógico que el grado de conocimiento venga determinado por la capacidad de cada cristiano, aunque la Iglesia, como se ha visto, considera necesarias un mínimo de verdades, que deben conocerse para poder salvarse. Los laicos necesitan, dice el Concilio Vaticano II, “una sólida preparación doctrinal, teológica, moral, filosófica, según la diversidad de edad, condición y talento” (Apostolicam actuositatem, 29).

Pues bien, el cristiano, una vez aceptado globalmente todo el contenido de la fe, ha de procurar conocer y estudiar, a la luz de la razón ilustrada por esa misma fe, lo que Dios ha revelado. De acuerdo con su edad, nivel cultural, etc., tiene el deber de adquirir una sólida formación doctrinal-religiosa, de llegar a un conocimiento cada vez más serio y hondo de las verdades de la fe.

SU AMOR SOBREPASA TODO ENTENDIMIENTO


 en mi biblioteca meditando sobre el tiempo que de una u otra manera conmemoramos todos los cristianos en el mundo entero, pienso en el verdadero significado de estos días santos. Inesperadamente, sin saber cómo, de repente un sentimiento maravilloso me embarga y me conmuevo; es indescriptible, maravilloso. Siento que mi corazón rebosa de gozo y al mismo tiempo me siento como si estuviera triste, incapaz de expresar este sentir tan profundo.
Pienso y pienso, por qué estoy llorando, por qué esta conmoción tan grande y solo una respuesta llena mi mente: ¡El amor de Dios! Si, esa es la razón que conmueve mi corazón y esa es la razón de la conmemoración de estos días. Aunque muchos lo hayan olvidado,  el verdadero significado de estos días representa el corazón de toda la cristiandad: La pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
Sin la muerte y la resurrección de Jesucristo no existiría este tiempo, no habría cristianos en el mundo, no tendríamos esperanza, ni alegría, ni la necesidad de unas vidas que trasciendan. Jesús vino a este mundo a un pueblo que era su pueblo amado y escogido. Durante muchos años ellos lo habían esperado, pero cuando llegó no le reconocieron: “Vino a su propia casa y los suyos no le conocieron”.Juan 1:11.
Otros, que fueron antes de nosotros le reconocieron y creyeron en El, entonces “Él les dio la capacidad de ser hijos de Dios” Juan 1:12. Éstos sufrieron persecución y aún muerte por creer en su nombre. Esparcieron su evangelio en el mundo, a los que creyeron les formaron como discípulos y les enseñaron todas las cosas en las que habían sido enseñados por El. Hubo desviaciones y grandes luchas, pero a pesar de todo esto el cristianismo se extendió desde Judea hasta el mundo entero; desde el seno de un grupo de sencillos pescadores hasta hombres y mujeres de todas las naciones, de todas las razas y de todos los pensamientos.
¡Esa es la razón de esta Semana Santa en nuestro calendario! Una razón de amor, de puro amor; porque estando todos nosotros en pecado, alejados de Dios, viviendo una vida sin esperanza, Dios envío a su hijo Jesucristo para que nos entregara en la cruz su corazón y habiendo muerto y resucitado nos levantara a la vida eterna. Ya no hacen falta más sacrificios. ¡Él es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo!
Aunque a muchos les suene como algo irreal, si te denominas a ti mismo (a) como cristiano; si el fundamento de tu fe es Jesucristo, entonces este es tu tiempo, el tiempo de tu alegría y consolación porque Jesucristo te amó tanto que murió por ti, y por mí, en la cruz. Esta es la historia del amor más maravilloso: De un amor universal porque su llamado es para todos sin excepción y  al mismo tiempo un amor individual porque nos llama a cada uno de manera particular: “Porque de tal manera amó Dios al mundo que entregó a su único hijo para que todo aquel que en El crea no se pierda más tenga vida eterna”. Juan 3:16.
Porque El resucitó tenemos esperanza en una vida eterna a su lado y contamos con la fuerza que le levantó de la muerte para caminar en este mundo de acuerdo a los deseos de su corazón expresados en su palabra, la Biblia, esparciendo su luz y su amor a donde quiera que El nos lleve.

lunes, 6 de agosto de 2012

Los planes en tu contra NO se consumaran...


Has de saber o recordar que hay un intento constante de las fuerzas del mal para frenar la labor que con tanto esmero has comenzado...

Es un intento muy bien planificado y de multiples maneras, auspiciado por huestes espirituales de maldad...

Logicamente esto produce temor y angustia a cualquiera que piensa que sus acontecimientos estan a la deriva. 
Sin embargo tu sabes que esto NO ES ASI, pues Dios ha prometido ir delante de ti a lo largo de todos tus caminos, apartandote de todo aquello que represente un peligro fatal para tu vida...
Nadie puede tocarte...



Lee con detenimiento y con mucha atencion la confirmacion que Dios te hace HOY por medio del profeta Isaias:

No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentare con la diestra de mi justicia. He aqui que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; seran como nada y pereceran los que contienden contigo. Buscaras a los que tienen contienda contigo, y no los hallaras; seran como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra. Porque yo Jehova soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo. 
Isaias 41:10-13


Y entonces...!!! ¿Por que temes?
¿Le crees o no le crees a Dios?
Si el ya te confirmo lo que estabas esperando, pienso que no tienes razon para que sigas teniendo miedo a las circunstancias por muy peligrosas que se presenten...

Siempre habra algun motivo externo y oportuno para que ese plan en tu contra NO SE LLEVE A CABO, por muchos intentos que hagan en tu contra...
Desde ya te digo, no tendran exito...

Dios es el fundamento de tu seguridad...

No lo son las personas, ni tampoco los acontecimientos...
Es Dios...
Asi que no temas a las amenazas o a los temores infundados...



Sigue haciendo la labor que Dios te ha encomendado en ese lugar tan incierto y peligroso.

El te cuidara...
Ya te lo prometio...
El es tu refugio seguro...


He aqui tres acciones practicas que has de tener en cuenta:

Reprende en el nombre de Jesus toda estrategia en tu contra. El te defendera de todo peligro inminente...

Lanzate con todo en la obra que Dios te ha encomendado por muy peligroso que sea el lugar al cual te envie...

Lleva una vida integra para no dar ocasion de tropiezo. Eso evitara que propicies consecuencias que SI irian en tu contra...



Recuerda entonces...
Todos los planes en tu contra NO se consumaran...